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El Teatro Biobío se vistió de gala para exhibir el último capítulo de la producción audiovisual protagonizada por Daniela Urrizola.

Las capturas de la pesca industrial del Biobío tienen un principal propósito: llevar alimentos de calidad para el consumo humano. Esta tarea no está exenta de desafíos, regulaciones, riesgos y sacrificio, en un oficio poco conocido por las personas. Con esa tarea, los Pescadores Industriales del Biobío en conjunto con Mega, llevaron cada sábado a los hogares chilenos la serie “Hijos del Mar”, que protagonizó la presentadora e influencer Daniela Urrizola y que, en seis capítulos, mostró más detalles de cómo es la vida y el trabajo de quienes se desempeñan en este sector productivo.

En ese contexto, el Teatro Biobío recibió a los protagonistas de esta producción para disfrutar, junto a sus familias, del estreno exclusivo del último capítulo de la serie, el cual será mostrado en televisión abierta este sábado a partir de las 16:15 hrs.

La historia tuvo como escenario principal el pesquero de altamar Don Alfonso, de Blumar, barco traído en los noventa desde Islas Faroe y que lleva más de 20 años recorriendo las costas del Biobío, donde Urrizola pudo ser testigo de todo el proceso que vive el jurel, desde la navegación en alta mar hasta su procesamiento en una de las plantas de congelados más modernas, ubicada en la comuna de Coronel.

Con esto, Daniela Urrizola se convirtió en la primera mujer en la historia de la pesca industrial en ser parte de una tripulación mar adentro, donde pudo conocer, además, la serie de reglamentos que existen a bordo, sus estrictos protocolos de seguridad, el monitoreo de las cartas electrónicas y ver de cerca los dispositivos tecnológicos con que se desarrolla una actividad transparente, sustentable y de alto valor, que tiene a Chile posicionado dentro de las diez principales potencias pesqueras del mundo.

Para la Gerente de Asuntos Públicos de los Pescadores Industriales del Biobío, Verónica Ceballos Barrón, esto significó “un esfuerzo y una oportunidad para mostrar al país lo que es la pesca industrial, parte de la identidad cultural del Biobío y de todo Chile, al ser una actividad histórica y del cual debemos sentirnos orgullosos, porque desde aquí se exportan alimentos nutritivos y de calidad, como el jurel, que llega a países de todo el mundo gracias al esfuerzo de los 6.500 hombres y mujeres que trabajan en embarcaciones y en plantas de procesamiento”.

En su experiencia Daniela también pudo conocer de cerca la labor de mujeres como Adriana Anríquez, trabajadora de la planta de congelados de jurel de Camanchaca, encargadas de revisar, limpiar, procesar y embalar el jurel, todo desde una sala de procesos ambientada a una temperatura de entre 8 y 12° para mantener la cadena de frío de los productos.

“Cuando las familias se sientan a la mesa a disfrutar de un plato de jurel, no tienen idea del trabajo que significó que llegara ese producto ahí. Estamos hablando de uno de los trabajos más antiguos del país, lleno de complejidades e historias humanas, pero, sobre todo, de dedicación y entrega. La pesca industrial en Chile tiene rostro y manos de mujer y es una actividad de lujo, con tecnología de punta en cada uno de sus procesos y que hace que podamos disfrutar de alimentos sanos, nutritivos y de fácil acceso para las familias chilenas. Fue un honor haber trabajado como mujer de la pesca industrial”, comentó Daniela Urrizola.

Por último, Verónica Ceballos comentó que “Biobío no solo es la Capital Pesquera de Chile sino también es la capital mundial del jurel. Y el interés y las cifras de rating que obtuvo “Hijos del Mar” reconocen la historia y tradición de miles de familias que viven de la pesca industrial. En medio de un trámite legislativo que busca refundar a todo un sector, es importante que se abandonen las ideologías y se dé un debate técnico que ponga en el centro el desarrollo de la actividad pesquera en Chile, reconociendo su aporte y estableciendo mejoras para contar con una pesca más sofisticada, moderna y sustentable”.

“Hijos del Mar” es un programa emitido en la franja cultural dispuesta para los canales de televisión abierta los días sábado, y el próximo 3 de agosto se transmitirá el último capítulo, en el cual Daniela se despedirá de los 17 miembros de la tripulación del Don Alfonso, la mayoría de ellos con más de 20 años de experiencia en el rubro y con quienes compartió días y noches, viviendo en carne propia lo que es ser una pescadora industrial en el mar de Chile.